No es magia, es gestión: así se construye industria.

En el ecosistema deportivo colombiano abundan las historias de “club héroe”: organizaciones que sobreviven gracias a la terquedad de una o dos personas que hacen de todo —dirigen, entrenan, cobran, gestionan, contestan el WhatsApp y hasta cargan las vallas—. Ese modelo fue útil durante años para mantener vivo el sueño, pero hoy se queda corto frente a una realidad más exigente: competencia por usuarios, necesidad de formalización, presión de costos, expectativas de servicio y una industria del deporte que ya se reconoce como parte de la economía del país. Seguir gestionando solo desde la voluntad es, en el mejor de los casos, seguir al debe.

Mentor DIES aparece justamente en ese punto de inflexión. No llega a decirle al club qué hacer en la cancha, sino a acompañarlo en lo que casi nunca se entrena: la gestión empresarial. Hablamos de revisar su rumbo de marca, entender su modelo de negocio, ordenar sus finanzas, fortalecer su propuesta de valor y prepararlo para la digitalización. Es pasar de “aguantar el mes” a proyectar el año; de reaccionar a los problemas, a anticiparse con estructura.

Lo que buscamos no es que el club pierda su esencia comunitaria, sino que la proteja con mejores decisiones. Un club que se asume como empresa no deja de ser cercano, deja de ser frágil. Y ese cambio de mentalidad —del héroe solitario al equipo que gestiona con método— es el primer gran paso para hablar en serio de industria del deporte.

En el deporte todos entendemos que para competir hay que entrenar. Pero cuando hablamos de gestión, muchos todavía creen que basta con “ir aprendiendo sobre la marcha”. Ese modelo puede sostener un club durante un tiempo, pero no construye industria. En Latinoamérica, donde ya llevamos más de dos décadas hablando de deporte como sector económico, la diferencia entre quienes crecen y quienes se quedan es simple: los primeros se forman, los segundos improvisan. Mentor DIES nace con esta convicción: la gestión también se entrena. Y se entrena con método, con acompañamiento, con datos y con una visión clara del futuro. No es un curso ni un taller motivacional; es un laboratorio donde dirigentes, emprendedores y organizaciones deportivas aprenden a entender su proyecto como sistema, no como suma de esfuerzos aislados.

Aquí se analizan problemas reales, se reescriben modelos de negocio, se fortalecen narrativas de marca, se revisan finanzas sin miedo y se estructura la casa desde adentro hacia afuera. El objetivo no es que el club “camine más bonito”, sino que corra más lejos: que entienda la industria, lea su demanda, conecte su propósito con el mercado y desarrolle la capacidad de tomar decisiones estratégicas con la misma confianza con la que arma su plan de entrenamiento. Formarse para competir no es un lujo; es la única manera de asegurar que el talento, el propósito y la cultura deportiva no se pierdan en el camino. Porque cuando una organización aprende a gestionarse, aprende también a sostenerse.

 

La mayoría de organizaciones deportivas tienen visión; lo que muchas no tienen es estructura para sostenerla. Y ahí es donde aparece el verdadero desafío. Puedes tener el mejor entrenador, el mejor ambiente, la mejor comunidad… pero si no tienes datos, procesos y herramientas, la visión se queda corta frente a la realidad. La sostenibilidad, en el deporte, no es una promesa: es una arquitectura.

Mentor DIES entiende ese punto débil del ecosistema. Por eso su tercer pilar es claro: llevar al deporte a la era donde la tecnología no es un accesorio, sino un músculo. La digitalización no es un regalo que se hace cuando “hay tiempo”, es la base que permite saber cuántos usuarios tienes, cuánto cuesta adquirirlos, qué servicios valoran, cuál es tu punto de equilibrio y qué decisiones son urgentes para sostenerlos.

Cuando un club o una organización empieza a trabajar con datos, algo cambia para siempre: deja de reaccionar a problemas y empieza a anticiparlos. Deja de depender de voluntades y empieza a sostenerse con evidencia. Deja de ver la digitalización como un gasto y empieza a verla como una herramienta de supervivencia y crecimiento.

Esto es lo que busca Mentor DIES: que cada organización deje de vivir mes a mes y empiece a proyectarse año a año. Que descubra que la sostenibilidad no es un resultado, es un hábito. Y que entienda que cuando visión, tecnología y gestión se encuentran, el deporte deja de ser vulnerable y se convierte, por fin, en industria.

 

La industria del deporte en Colombia está cambiando, pero no va a cambiar sola. Necesita líderes que entiendan que la gestión no es un trámite, es un acto de valentía. Y eso es exactamente lo que representa Mentor DIES: una forma de decirle al ecosistema que ya no basta con sobrevivir, que llegó el momento de gestionar con rigor, competir con estrategia y construir con propósito. En Conexión Esfera no hablamos desde la distancia; hablamos desde la experiencia. También estamos revisando en qué somos fuertes, dónde necesitamos mejorar y cómo podemos seguir elevando nuestro propio estándar. Esa coherencia —la de transformarnos mientras impulsamos la transformación— es la que sostiene nuestra rebeldía inteligente: cuestionar lo que no funciona, defender lo que sí y construir lo que falta. Mentor DIES no pretende cambiar la industria desde un escritorio. Busca algo más profundo: que cada club, liga y organización descubra su capacidad real para crecer, para sostenerse y para liderar. Porque cuando el deporte se gestiona con visión, estructura y coraje, deja de ser un sueño vulnerable y se convierte en una industria poderosa, humana y sostenible.